lunes, 25 de noviembre de 2019

COMIENZA EL VIAJE

                      El pasado 15 de noviembre, las maletas comenzaron su viaje.
Alumnado de 1º con Brujilda

Hemos recibido la primera colaboración de la familia de Álvaro de 1º. 
       Álvaro está leyendo el libro             "La brujita Witchy Witch"


                                                   Álvaro cuenta con las marionetas lo que le ocurre a la brujita.                                                                               Muchas gracias. ¡Magnífico trabajo!

viernes, 15 de noviembre de 2019

EMPEZAMOS DE NUEVO...
 Queridas familias:

Ponemos en marcha de nuevo nuestro proyecto "La maleta mágica". Cada semana nuestra maleta viajará para visitar a todas las familias de nuestro colegio. Queremos seguir fomentando el disfrute de la lectura, tanto de las familias como del alumnado.

Antes de comenzar este viaje, hemos hecho en el colegio una actividad de animación a la lectura con todo el alumnado:
  • Se ha presentado la actividad al  alumnado del 2º y 3º ciclo y se les ha invitado a participar en una nueva actividad que hemos incluído como reto este curso de escritura creativa "Taller de hechizos".
  • Para el alumnado del aula específica, infantil y primer ciclo hemos hecho una actividad de animación a la lectura con Brujilda, nuestra bruja. El alumnado ha disfrutado de nuevo con sus aventuras. Al alumnado de infantil les hemos contado la historia y al del 1ºCiclo se la hemos leído. Una vez más Brujilda ha sido la protagonista y nuestro alumnado ha disfrutado e implicado  en su nueva aventura. 
                                                                                               
¡Menuda sorpresa! En la puerta de la clase ha aparecido un sombrero, una escoba y una maleta.

Los niños y niñas lo cogieron y lo pusieron en el suelo ¿De quién será?

¡Hay alguien en la puerta!¿Quién es?

    
  Las gafas de Brujilda estaban en el árbol. Los niños y niñas las han encontrado.


Niños y niñas de Infantil de 3 años

Niños y niñas de Infantil de 5 años con Brujilda.
Niñas y niños de 4 años.


          Los niños del aula específica jugaron con Brujilda.


   LA MISTERIOSA APARICIÓN

Se acercaba el mes de noviembre y Brujilda estaba organizando todo lo necesario para iniciar su viaje anual al colegio Poetas Andaluces. Como cada curso preparaba con mucho cariño todas las maletas que iba a llevar al colegio, una para cada clase. Las contaba una y otra vez. Ponía dentro los libros y los retos para que los niños y niñas en sus casas disfrutaran junto a sus familias.

Y es que a Brujilda le encantaba leer. En una esquina de su casa tenía una enorme estantería en la que guardaba todos sus libros. Había libros de poesía, de aventuras, de cocina, de animales...pero sobre todo libros de brujas y brujos y por supuesto libros de conjuros. Algunos eran muy antiguos, habían pertenecido a su abuela, la bruja Anacleta. Brujilda los leía una y otra vez. Cuando cogía uno de esos maravillosos libros, su imaginación volaba y vivía apasionantes aventuras con ellos.

Como os decía, llegó la mañana del 14 de noviembre. Ese día Brujilda se levantó muy temprano porque quería llegar al colegio justo cuando los niños y niñas estuvieran ya en sus clases y así darles a todos y a todas una sorpresa con su visita. Colgó todas las maletas en su limpia y reluciente escoba , se puso su sombrero y ¡a volar!

El día amaneció espléndido. El sol lucía en lo alto, así que el viaje hasta el colegio fue rápido y agradable. A Brujilda siempre le pasaba lo mismo cuando veía a lo lejos la silueta del colegio, sentía una gran emoción porque ya conocía a muchos niños y niñas, a Carlos, a Jose, a María, a Jesús, a Martín.. eran tantos. Tan ensimismada iba pensando en los niños y niñas cuando de repente su capa azul se enganchó en uno de los árboles del patio de recreo del colegio. La escoba empezó a moverse y como llevaba mucho peso con las maletas...¡zas! Brujilda cayó al suelo. ¡Menudo golpe! Lo que más le dolía era la cabeza y se dio cuenta de que un enorme chichón estaba empezando a crecer en ella.

Cuando por fín pudo sentarse, notó que no llevaba puesto su sombrero. ¿Dónde estaba? Miro en lo alto del árbol. ¡Allí no estaba!. Tampoco estaba su escoba, ni sus gafas y lo que era peor.¡Todas las maletas habían desaparecido!

Brujilda no se podía creer lo que le estaba ocurriendo. Con las manos en la cara lloró y lloró bajo el árbol. ¿Cómo iba a ir ahora a visitar a los niños y niñas y decirles que había perdido las maletas? Estuvo mucho tiempo pensando qué hacer pero no se le ocurría nada. Tan triste y pensativa estaba que no se dio cuenta de que se acercaba a ella Carmen, una de las maestras del colegio.
-¿Quién eres? ¿Qué te pasa? -le preguntó.

Cuando Brujilda quiso empezar a hablar, no le salían las palabras. ¡Se había quedado afónica!. Menos mal que la profesora enseguida la reconoció.
               -Tú... ¡tú eres Brujilda! -de dijo muy sorprendida.

De su garganta sólo salía un hilillo de voz. Al oído, muy flojito, le explicó todo lo ocurrido.
La profesora escuchó con mucha atención y le dijo:
           -¡No te preocupes Brujilda!¡No llores más! Yo te acompañaré a visitar a los niños y                niñas a las clases y les explicaremos lo que ha sucedido. ¡Lo entenderán!

Mientras todo esto ocurría en el patio de recreo, en todas las clases los niños y niñas habían comenzado su trabajo diario. De repente, en todas las clases, escucharon unos fuertes golpes en las puertas.
El primero en abrir la puerta fue Jose, un niño de la clase de infantil. Se asomó y allí no había nadie. Cuando iba a cerrar de nuevo la puerta ¡sorpresa! vio que en el suelo había algo. Nervioso y un poco asustado llamó a su maestra.
-¡Seño, seño..! Mira qué hay ahí -gritó.

La maestra se acercó a Jose y miró hacia donde le indicaba. En el suelo había un sombrero, una escoba y una maleta. Recogió todo y se lo enseñó a todos los niños y niñas de la clase.
-Seño..¿eso qué es? -preguntó Antonio.
-¿Quién lo ha dejado ahí? - quiso saber Ana.
-Seño... ¡es la maleta mágica! -gritaron a la vez Rosa y Clara.

Dejaron todo en el suelo. Los niños y niñas intrigados y nerviosos se sentaron alrededor de su maestra para continuar con su tarea. De repente María vio que la puerta estaba abierta y alguien se asomaba.
-¡Hay alguien en la puerta! -gritó.
Todos dirigieron sus miradas hacia dónde María les indicaba.¡Cierto! Alguien se asomaba pero rápidamente se escondía de nuevo. Los niños y niñas gritaron:
-¡Es una bruja!¡Es una bruja!

La maestra le dijo que entrara, Carmen iba con ella. Muy triste y dolorida aún después del golpe, Brujilda les contó lo que le había sucedido. Todos escuchaban con mucha atención. Cuando terminó, Luisa una niña de la clase, le enseñó a la bruja lo que habían encontrado en la puerta.
           -¿Son estas tus cosas? - le preguntó.
La cara de Brujilda cambió. Ahora sonreía. Había encontrado su sombrero, su escoba y la maleta mágica que con tanta ilusión había preparado para los niños y niñas.            

          -¿Y mis gafas?¿No habéis encontrado mis gafas? -preguntó Brujilda.     

 Y es que Brujilda necesitaba sus gafas, sin ellas no podía leer, ni volar. Nadie había visto sus gafas. Los niños y niñas le dijeron que no se preocupara. Todos juntos a la hora del recreo iban a ir a buscarlas.

¿Cómo llegaron a la puerta de la clase el sombrero, la escoba y la maleta? Nadie lo sabe y es que cuando hay una bruja todo es posible...

Por cierto, Brujilda ya puede seguir leyendo y viajando. Los niños y niñas encontraron sus gafas. Estaban en lo alto del árbol donde se había enganchado su capa.